"El pez león se reproduce rápidamente todo el año y nos está creando un problema, porque se alimenta de otras especies, generando así un desequilibrio ecológico dentro de nuestros arrecifes", dijo a Acan-Efe Ian Drysdale, representante de la organización no gubernamental Arrecifes Saludables en Honduras.
Este ingeniero ambiental indicó que los primeros registros de la presencia del pez león en el Caribe de Honduras datan de 2008, y que en el sector de las Islas de la Bahía se está promoviendo su cacería con buzos entrenados y su consumo porque su carne "es una delicia".
Pero la cacería de este colorido animal es fácil: tiene en su cuerpo una mezcla de rayas rojas, negras y blancas que se extienden hasta sus aletas, que asemejan una melena y poseen glándulas venenosas, que utiliza para aniquilar a sus presas y pueden ser un peligro para el ser humano.
"Es bello pero puede ser mortífero", resaltó Drysdale sobre el pez león, cuya picadura puede provocar dolorosas heridas a buzos, y la toxina que inocula puede causar parálisis respiratoria humana, insuficiencia circulatoria y fiebre.
Jorge
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